jueves, 9 de agosto de 2007

¡CUTIY! ¡CUTIY! ¡CUTIY!(¡Regresa! ¡Regresa!, ¡Regresa!)

CUTIY (REGRESA)

Allá por los años 1,400 d.c. en tiempos que reinaban el Tahuantinsuyo los incas Pachacutec y Túpac Yupanqui. En la cultura del DIOS DEL AGUA WARI, hoy departamento de Ayacucho en la región de Lucanas (Puquio), estaba un pueblo próspero, muy aguerrido difícil de subyugarlo al reino del CUSCO llamado HATUN SORAS (Gran Soras) hoy distrito “San Bartolomé de Hatun Soras” fundado como tal hace 150 años.
Aquí surge una fascinante, linda y romántica Leyenda-Historia-Mítica, ligado directamente al DIOS DEL AGUA WARI. En HATUN SORAS, gobernaba un noble sabio y guerrero. Este tenía una hija, con las cualidades del padre y sobre todo era extraordinariamente bella.
HATUN SORAS se dividía en dos “barrios” URIN SORAS Y HANAN SORAS. Al segundo barrio lo gobernaba un cacique. Este tenía un hijo que a la vez se enamora perdidamente ; el le ofrece matrimonio. El noble sorprendido ante tal osadía; consulta con sus consejeros, y le dice: “Si logras traer las aguas del río HUANCANE (afluente del Pampas y Apurímac), hasta la plaza, te concederé por esposa a mi muy amada hija”. El hijo del cacique aceptó el reto. Para sí se dijo: “Moveré cielos, tierra con la ayuda del DIOS WIRACOCHA Y EL DIOS DEL AGUA WARI cumpliré el desafío”.
Reunió cientos de hombres tanto del lugar como de los pueblos cercanos. La misión era hacer un canal de 2.50 metros de ancho a lo largo de 15 kms de longitud.
Cuentan que fue una obra titánica; los hombres luchaban contra el tiempo y la naturaleza; las mujeres y los niños también se sumaban a la gran tarea. Ellas con la merienda y la chicha de jora, los niños alcanzaban piedras pequeñas y champas que servían de cuña.
Luego de un año de arduo trabajo, obra que solamente nuestros antepasados supieron hacer con cada atardecer, después de cada faena cantaban, bailaban y bebían chicha, ya al día siguiente de nuevo y acomodarse otra faena mas, un día lleno de esperanzas.
Por fin llega el agua del río Huancane a la plaza principal de HATUN SORAS, a los pies del noble, de la doncella y de toda su corte. Al frente el mancebo y sus cientos de trabajadores, con los rostros desencajados, las ropas raídas, la mayoría sin ojotas, unos con los chullos a la pedrada otros con una bola de coca en una de sus mejillas, todos los hombres y mujeres con los bordes de sus labios con un verdor petrificado por el zumo de la coca. El mozo dice: “Mi noble señor he cumplido con vuestro deseo y espero que haga igual conmigo y espero que usted cumpla conmigo”. Todos esperaban con ansiedad la aceptación del noble, para irrumpir en hurras y llenar ese orgullo Inca. Con las pocas fuerzas que les quedaban sucedió lo inesperado. El noble tomando profundamente aire respondió con un rotundo ¡No! , ¡No! y ¡No!, “No te daré a mi hija por esposa y el agua ya está aquí y ya no puedes hacer nada”. El mozo se quedo petrificado, su gente se miraban unos a otros con lagrimas en los ojos ante tremenda tragedia.
Acontece un hecho increíble; el mozo, el mancebo, el príncipe hijo del cacique de HANAN SORAS, invocando al Dios WIRACOCHA y al DIOS DEL AGUA WARI al tiempo que da latigazos al agua, lanza gritos tan fuertes que retumbó en los cuatro lados de la plaza: ¡CUTIY! ¡CUTIY! ¡CUTIY!(¡Regresa! ¡Regresa!, ¡Regresa!) sucedió lo increíble... el agua regresó por el mismo cause, cual gigante anaconda pero humillada ¡Oiga! ; castigada hasta la bocatoma del río Huancane. Cuenta la tradición de boca en boca que durante el recorrido el mozo y su numerosa gente iban junto al agua a HATUN SORAS bailando y cantando los alegres HARAWIS, pero después del triste desenlace todo era solead, por las noches se oía el aullido de perros y melancólicos AYA TAKIS (canto de muertos). Sobre el destino de la Doncella y del hijo del Cacique no se sabe nada, se pierde en el tiempo.
Pasaron los años, pasaron los siglos, murieron muchas generaciones; paso también el virreinato, llega la era Republicana ya en 1821 y es en 1962 cuando era presidente del Perú el Arquitecto Fernando Belaúnde Terry, la comunidad de San Bartolomé de HATUN SORAS gestiona un canal de irrigación para aprovechar las extensas tierras que no produce mas que solo pasto natural , nada por falta de agua.
Para alegría de los Soreños, el gobierno acepta la petición , pero parece que la maldición del mancebo estaba encantada en “su” canal, porque apenas los contratistas hacen sonar la comba, el pico y lampa, sucede lo jamás pensado, el cielo se cubrió de una nube densa y obscura, cayó lluvia como nunca había pasado porque era en fecha y hora desacostumbrada, en ese cielo tétrico ven subir al AMARU, los pastores de PUTAJA dicen: “¡Oh Dios! ahorita va a caer granizo” y así fue, en poco tiempo se cubrió el campo de una capa espesa y blanca; se aconsejó a los Ingenieros del proyecto que deben cumplir con un rito ancestral “Pagar a los Apus”, con la coca, la chicha y otros elementos dirigidos a los cerros tutelares. Hecho esto inician el trabajo, casi paralelo al incaico, por que cuando quisieron usar el incaico jamás pudieron, en ciertas zonas se empozaba el agua y tenía un olor desagradable o bien se filtraba. Razón tuvieron cuando dijeron que estaba “embrujado” o “encantado”.
De lejos se ven los canales como dos cinchos grandes que partiendo de cerca de PUTAJA pasa por HUAYLLACHA por la base de dos bellos parajes cubiertos por ichu y terminan en punta, se llaman WARMI(mujer) y HARI PAYAJA (hombre), luego se desplaza para luego caer en forma de cascada para llegar a SORAS.

Fuente oral: Pedro Crisólogo Jáuregui Meléndez; Soras, Sucre, Ayacucho
Escolar: Gianella Angela Villegas Serrano; Callao, Lima

2 comentarios:

Anónimo dijo...

al leer estos parrafos me siento orgulloso de proceder de un pueblo grande legendario y de muchos misterios y soras siempre sera grande y lider de toda la cuenca del rio soras

Diana Abril dijo...

La leyenda es fascinante e innolvidable. Ya en el colegio me la sabía, precisamente el himno de mí colegio "José María Arguedas" de Soras, es uno de los mejores del Perú. Como Soreño me siento feliz. Muy feliz de haber conocido mi linda tierra: Hatun Soras.