LA LAGUNA DE POMACOCHAS
La Laguna de Pomacochas esta ubicada en el pueblo del mismo nombre, Distrito de la Florida, Provincia de Bongara, Región Amazonas, en la margen oriental de la cordillera de los Andes a una altura de 2150 msnmm, abarca una extensión de 12 km2 y en su parte mas honda puede alcanzar hasta 80 metros de profundidad. Se la considera una de las lagunas más grandes del Perú y existe una leyenda que da cuenta de sus orígenes. Precisamente en el concurso que organizamos en el 2007 sobre “Mitos y Leyendas del Agua en el Perú” el origen de este lago es descrito en la leyenda que presentamos a continuación y que está en el libro. Fue una grata experiencia ir precisamente a un año de la publicación de este hermoso libro al pueblo de Pomacochas, conocer y fotografiar personalmente esta hermosa fuente de agua y de vida; alimentada por las lluvias y quebradas que traen el agua de los bosques montanos donde vive el “mono choro cola amarilla” y que por azares de la trama de la vida nos ha tocado involucrarnos en la conservación de la fauna silvestre de estos bosques y remarcar el papel tan importante que juegan como conectores para el discurrir del agua hacia la gran cuenca amazónica.
Una vez mas la pachamama nos muestra como se van tejiendo los hilos de la vida, que a veces tan irreverentemente cortamos en nombre de un supuesto “desarrollo económico” desconociendo que son frágiles e irremplazables y que la naturaleza ha demorado millones de años en tejerlos. Disfruten esta leyenda y saquen la enseñanza que implícita lleva en cada línea.
FANNY FERNANDEZ MELO
YUNKAWASI-PERU
MARZO-2008
La Laguna de Pomacochas esta ubicada en el pueblo del mismo nombre, Distrito de la Florida, Provincia de Bongara, Región Amazonas, en la margen oriental de la cordillera de los Andes a una altura de 2150 msnmm, abarca una extensión de 12 km2 y en su parte mas honda puede alcanzar hasta 80 metros de profundidad. Se la considera una de las lagunas más grandes del Perú y existe una leyenda que da cuenta de sus orígenes. Precisamente en el concurso que organizamos en el 2007 sobre “Mitos y Leyendas del Agua en el Perú” el origen de este lago es descrito en la leyenda que presentamos a continuación y que está en el libro. Fue una grata experiencia ir precisamente a un año de la publicación de este hermoso libro al pueblo de Pomacochas, conocer y fotografiar personalmente esta hermosa fuente de agua y de vida; alimentada por las lluvias y quebradas que traen el agua de los bosques montanos donde vive el “mono choro cola amarilla” y que por azares de la trama de la vida nos ha tocado involucrarnos en la conservación de la fauna silvestre de estos bosques y remarcar el papel tan importante que juegan como conectores para el discurrir del agua hacia la gran cuenca amazónica.
Una vez mas la pachamama nos muestra como se van tejiendo los hilos de la vida, que a veces tan irreverentemente cortamos en nombre de un supuesto “desarrollo económico” desconociendo que son frágiles e irremplazables y que la naturaleza ha demorado millones de años en tejerlos. Disfruten esta leyenda y saquen la enseñanza que implícita lleva en cada línea.
FANNY FERNANDEZ MELO
YUNKAWASI-PERU
MARZO-2008
EL ORIGEN DEL LAGO DE POMACOCHAS
Mama Cocha (madre laguna) parió dos hijas: una muy mala y rebelde, la de “ochenta”, llamada así por tener ochenta huacos: y otra menos mala, la del “Tapial”. La primera encontró su sitio en una jalca, situada entre San Carlos y Yurumarca; y la segunda se ubico en la “Pampa de Tapial” cerca de Chachapoyas.
En el valle de Pomacochas (Laguna del Puma) progresaba un pequeño pueblo, cuyos habitantes eran muy orgullosos, pues poseían grandes riquezas extraídas de las minas de Cullquiyacu (Cullqui – plata y Yacu - agua). Jamás hacían obras de caridad, ni daban posada a los transeúntes. Los ricos odiaban a los pobres y no adoraban al dios verdadero, pues eran idolatras.
Dios quiso castigar a esta mala gente y convirtiéndose en un viejito harapiento, cubierto de sucias y asquerosas heridas, se presento en el pueblo. Visito varias casas, mas los dueños lo arrojaban puerta afuera, le tiraron piedras y fue victima de las mordidas de los perros.
El anciano sufrió estos ultrajes en silencio y así al atardecer llego a las puertas de una chocita muy pobre donde vivía una mujer con muchos hijos. Esta le recibió con mucho cariño y le ofreció algo de comer. El viejecito no acepto alimento alguno y solo pidió que lo dejaran descansar por un momento y le regalaran una flor azucena y otra de margarita. Luego dijo a la buena mujer.
“He caminado todo el día buscando una persona caritativa, y la única que he encontrado eres tu. En premio a tu bondad te salvare la vida pero es preciso que dejes tu casa y vayas esta misma tarde con tus hijos al cerro Puma Urco (cerro del Puma) por que estoy resuelto a castigar a esta gente. No vuelvas si no cuando veas el arco iris pintado en el cielo”. Dicho esto desapareció. Como la mujer era buena y generosa, contó a sus vecinas; pero no la hicieron caso.
A la media noche una hermosa musica se dejo escuchar en la lejanía, la cual se hizo mas clara al aproximarse al pueblo. Los habitantes, que además eran muy curiosos, dejaron sus lechos y salieron a observar.
Grande fue la sorpresa de estos, cuando vieron acercarse una nube blanca que parecía una sabana, la misma que se extendía por toda la ciudad cubriéndola por completo.
Trataron de huir pero las aguas sepultaron por completo a toda la población.
Arrastrándose por la corriente venia la madre de la laguna y el anciano, este ultimo, llevando en sus manos un gran plato lleno de manteca con peces, plantas de totora, carricillo y cortadera, así como un huevo de pato. En el mismo instante lo arrojo al agua, cayó un rayo y partió al huevo y salieron de este, patos y gaviotas, los peces se multiplicaron y las plantas bordearon la laguna.
Cuando amaneció la señora y sus hijos vieron con asombro que el pueblo había desaparecido y que en su lugar estaba un hermoso lago de aguas azules y sobre ella se levantaba un deslumbrante arco iris, tal como anunciara el mendigo misterioso.
Ese día los habitantes de Chachapoyas, notaron con asombro que la laguna el Tapial había desaparecido totalmente, quedando una extensa llanura cubierta de extensa hierva.
Es creencia general que las almas de los habitantes que murieron a consecuencia de la inundación se han convertido en sirenas las cuales tienen como costumbre robar criaturas para llevarlos a su ciudad ubicada bajo las aguas.
Fuente oral: Pueblo de Pomacochas. transcrita en el
Diario Ahora, año: 29 de enero del 2007; Tarapoto, San Martín
Escolar: Kendy Marina Vela Arbildo, 10 años; Tarapoto, San Martín
Asesor: Raquel Vela Saavedra
Mama Cocha (madre laguna) parió dos hijas: una muy mala y rebelde, la de “ochenta”, llamada así por tener ochenta huacos: y otra menos mala, la del “Tapial”. La primera encontró su sitio en una jalca, situada entre San Carlos y Yurumarca; y la segunda se ubico en la “Pampa de Tapial” cerca de Chachapoyas.
En el valle de Pomacochas (Laguna del Puma) progresaba un pequeño pueblo, cuyos habitantes eran muy orgullosos, pues poseían grandes riquezas extraídas de las minas de Cullquiyacu (Cullqui – plata y Yacu - agua). Jamás hacían obras de caridad, ni daban posada a los transeúntes. Los ricos odiaban a los pobres y no adoraban al dios verdadero, pues eran idolatras.
Dios quiso castigar a esta mala gente y convirtiéndose en un viejito harapiento, cubierto de sucias y asquerosas heridas, se presento en el pueblo. Visito varias casas, mas los dueños lo arrojaban puerta afuera, le tiraron piedras y fue victima de las mordidas de los perros.
El anciano sufrió estos ultrajes en silencio y así al atardecer llego a las puertas de una chocita muy pobre donde vivía una mujer con muchos hijos. Esta le recibió con mucho cariño y le ofreció algo de comer. El viejecito no acepto alimento alguno y solo pidió que lo dejaran descansar por un momento y le regalaran una flor azucena y otra de margarita. Luego dijo a la buena mujer.
“He caminado todo el día buscando una persona caritativa, y la única que he encontrado eres tu. En premio a tu bondad te salvare la vida pero es preciso que dejes tu casa y vayas esta misma tarde con tus hijos al cerro Puma Urco (cerro del Puma) por que estoy resuelto a castigar a esta gente. No vuelvas si no cuando veas el arco iris pintado en el cielo”. Dicho esto desapareció. Como la mujer era buena y generosa, contó a sus vecinas; pero no la hicieron caso.
A la media noche una hermosa musica se dejo escuchar en la lejanía, la cual se hizo mas clara al aproximarse al pueblo. Los habitantes, que además eran muy curiosos, dejaron sus lechos y salieron a observar.
Grande fue la sorpresa de estos, cuando vieron acercarse una nube blanca que parecía una sabana, la misma que se extendía por toda la ciudad cubriéndola por completo.
Trataron de huir pero las aguas sepultaron por completo a toda la población.
Arrastrándose por la corriente venia la madre de la laguna y el anciano, este ultimo, llevando en sus manos un gran plato lleno de manteca con peces, plantas de totora, carricillo y cortadera, así como un huevo de pato. En el mismo instante lo arrojo al agua, cayó un rayo y partió al huevo y salieron de este, patos y gaviotas, los peces se multiplicaron y las plantas bordearon la laguna.
Cuando amaneció la señora y sus hijos vieron con asombro que el pueblo había desaparecido y que en su lugar estaba un hermoso lago de aguas azules y sobre ella se levantaba un deslumbrante arco iris, tal como anunciara el mendigo misterioso.
Ese día los habitantes de Chachapoyas, notaron con asombro que la laguna el Tapial había desaparecido totalmente, quedando una extensa llanura cubierta de extensa hierva.
Es creencia general que las almas de los habitantes que murieron a consecuencia de la inundación se han convertido en sirenas las cuales tienen como costumbre robar criaturas para llevarlos a su ciudad ubicada bajo las aguas.
Fuente oral: Pueblo de Pomacochas. transcrita en el
Diario Ahora, año: 29 de enero del 2007; Tarapoto, San Martín
Escolar: Kendy Marina Vela Arbildo, 10 años; Tarapoto, San Martín
Asesor: Raquel Vela Saavedra