lunes, 4 de junio de 2007

LEYENDA DEL AGUA DE LA AMAZONIA PERUANA

EL ESPÍRITU DE LA MADRE SELVA Y EL ESPÍRITU DEL AGUA

Cuentan que cuando recién se empezaba a conquistar la selva de Madre de Dios, los misioneros de las diferentes ordenes religiosas se aventuraban a transitar por los numerosos, estrechos y tortuosos senderos, llegando a lugares y/o caseríos nunca antes visitados por personas foráneas. Es en uno de estos caseríos diseminados por la selva donde los nativos una vez que se acostumbraron a sus extraños visitantes y a su extraña lengua, refirieron el siguiente relato: “Que en tiempos muy lejanos guardados en la memoria de la gran madre selva, existió una tribu numerosa y muy importante dirigida por un poderoso curaca, que tenían en gran veneración a los habitantes de los bosques húmedos y a los elementos que le daban vida. Estos antiguos pobladores conocían los secretos de las plantas especialmente las consideradas sagradas y entre ellas se encontraba la soga de los muertos “Ayahuasca”. Con la ayuda de esta muy respetada liana escudriñaban mágicamente los secretos de la selva y fue en esa tarea que el curaca se atrevió a visitar la morada de la gran madre selva por que quiso averiguar donde se encontraban los cuerpos de tres niños ahogados en el rió, cosa que realizó sin mucho esfuerzo, también en este sueño sagrado se le reveló como nacieron los ríos y las grandes cochas, descubriendo que: en el principio de los tiempos toda la selva era un gran pantano donde el agua de las lluvias se acumulaban en gran medida y ese era el reino de la dueña del agua, el gran espíritu del agua, la gran boa madre, la cual tenia tres cabezas, con una de ellas se alimentaba, con la otra podía ver a sus antepasados que alguna vez habitaron este mundo y la tercera cabeza le permitía ver las estrellas en las noches silenciosas de esos tiempos, también pudo apreciar que los ríos y cochas fueron hechas por ella en su afán por alimentar a sus crías, finalmente luego de su largo viaje por el tiempo se le dicto la siguiente sentencia: Que todo ser vivo que se alimenta y vive gracias al agua de los ríos y cochas creadas por el gran espíritu de la selva debería ser respetado y protegido, de lo contrario terribles consecuencias se desatarían y que el hogar de la gran madre selva debería ser preservado utilizando solo aquello que era estrictamente necesario. Dicha recomendación fue transmitida del curaca a sus congéneres, pero se dio el caso que los familiares de los niños ahogados vieron un día que una enorme boa de agua salía de río justo en el lugar donde desaparecieron los niños, pensando en desquitarse con algo mas allá de sus respetables creencias, la persiguieron e hirieron mortalmente, la serpiente se arrastro como pudo barranco abajo hacia el río desapareciendo luego en sus aguas, por el miedo que les daban las boas desde ese día siguieron matándolas cada vez que las veían, el curaca al enterarse del hecho presagio terribles consecuencias por la desobediencia de la Ley de la tribu de respetar a los seres que viven en la morada de la gran madre selva ya que ella los eligió como sus protectores de su reino. Al poco tiempo las quebradas que alimentaban al gran rió se secaron y con ella los frutos de la selva, los peces a los animales que vivían en él desaparecieron y por ende tuvieron que mudarse pero cada sitio que habitaron no les ofreció el sustento necesario por lo que en su gran mayoría murieron de hambre y desaparecieron, el curaca nunca mas pudo hablar con la madre selva ni conocer mas de sus secretos, se dice que los descendientes de los nativos que mataron a dichas boas aun viven en la selva y siguen cometiendo el pecado original de sus padres.
Por lo que los misioneros tomaron muy en cuenta dichas palabras y tuvieron mucho más cuidado al visitar las demás aldeas vecinas.

Fuente oral: Elena Espirilla Sargento; Comunidad de Sudadero, Tambopata, Madre de Dios
Escolar: Gloria Polett Pompilla Quispe; 11 años; Tambopata, Puerto Maldonado, Madre de Dios
Asesor: Maribel Yacira, Quispe Silva

No hay comentarios: